miércoles, 20 de febrero de 2019

Veinte.

Como podéis ver, la actividad de este blog brilla por su ausencia.

Y eso se debe a varias cosas.

Estoy muy cansada, mi salud es una mierda (en todos los sentidos) y la universidad no me deja vivir. Además, ahora van a quitar Google+ y es un lugar donde aprovechaba mucho para difundir mis entradas... y ahora que no va a estar... siento que nadie me va a leer y no es que me importe demasiado pero tengo que recortar en tareas.

Hago demasiadas cosas y hay otras que me llenan más y además tienen un público, así que, digo ya aquí y ahora que, hace más o menos un año de que reviví este blog y... me temo que va a volver a quedarse en silencio.

Me encanta este blog, me ha traído momentos importantes para mi vida y me encanta lo que he estado haciendo, sobre todo, en el último año... pero tengo que parar. Así que, ya que en mi anterior entrada me puse intensa, hoy vengo a contaros veinte lecciones que he aprendido por mí misma en estos veinte años de vida.

Probablemente haga un vídeo sobre esto en un futuro pero, como apenas tengo tiempo, no sé cuándo podrá ser. Así que, bueno, no me enrollo más y vamos a ello.


1. La familia no tiene nada que ver con la sangre.

Si bien es cierto que todos nacemos con una "familia impuesta", por así decirlo, también lo es el hecho de que el concepto de familia también exige ciertos lazos de unión afectivos, aparte del sanguíneo. Por lo que: NO. No estáis obligados a querer y adorar a vuestra familia de sangre si estos no se ganan vuestro cariño. Como cualquier otra persona.

Obviamente se supone que al haber crecido con esas personas deberías haber creado dichos lazos y deberías tener una relación sana que te de esa sensación de "hogar" (porque, sí, son las personas, incluyéndonos a nosotros mismos, a lo que pertenecemos, a las personas cercanas (nuestra familia) y a la naturaleza, al mundo, a la vida, y a nada más).

Entonces, rodéate de tu familia. De las personas que te respetan, que te apoyan y que te quieren de verdad. Porque esas son tu verdadera familia. Y, por favor, no digo que cortéis toda relación con vuestra familia de sangre si no tenéis una relación fantástica, pero simplemente dejadlo estar y no le deis tanta importancia porque la familia de verdad es la que se elige, es la que te acompaña en tu travesía por la vida. Y si tienes una familia de sangre a la que acudir, estupendo, pero, si no, con tu familia verdadera, créeme; es suficiente.


2. Necesitamos personas en nuestra vida.
Precisamente si le doy tanta importancia al tema de quién es y quién no es parte de tu verdadera familia, es porque las personas necesitamos de otras. Yo por ejemplo soy muy solitaria pero también he pasado por dependencia de otras personas. Por muy solitarios que creamos ser, siempre hay algún momento en el que necesitamos la presencia de alguien. Alguien que nos apoye, que nos inspire, que nos ayude...

Y es de esas personas de las que nos debemos rodear. Y el resto de gente fuera. Da igual lo que llevéis mucho tiempo siendo amigos o pareja o lo que sea, si no son personas que te hacen bien y que te hacen más fácil la vida, si no son gente que te aporta energía positiva, comparte su felicidad contigo y te elevan a tu máximo exponente; fuera. 


3. Todo el mundo lucha su propia batalla, así que respeta.
No se trata de querer a todo el mundo. Yo misma, como persona que está transicionando de pequeña bolita de odio a ser volátil y etéreo de amor, sé que no es tan sencillo como querer a todo el mundo y difundir amor. Ni es tan fácil ni a todos nos sale.

Pero el respeto es algo tan básico... y viene en todas las formas posibles. Respetarse a uno mismo, respetar a los demás, hacerse respetar... Se trata de conseguir respeto por parte de todos y también respetar por tu parte, que parece simple, pero la gente es muy irrespetuosa y poco empática, así que os aseguro que no lo es.

Es por esto que, como individuo, yo elijo ser respetuosa lo máximo posible. Nadie es perfecto y no se trata de ser o no ser, sino que ir adquiriendo la capacidad de serlo. Todos tenemos deslices, pero al final del día tenemos que ser conscientes de qué hacemos bien y qué no, reflexionar y mejorar en el futuro.

Así que, ya que todo el mundo tiene sus propias movidas, yo decido llevar. acabo este camino de respeto mutuo y eso incluye todo lo citado antes.


4. Sé consciente de la gratitud que sientes y muéstrala.
La gratitud es un sentimiento maravilloso que pocas veces valoramos. De hecho, yo al menos siento que está muy infravalorado, hasta el punto de que muchas veces ni siquiera somos conscientes de que lo estamos sintiendo.

Así que comienza a ser consciente de ello, búscala, tanto en ti como en otras personas. Identifícala y cuando seas conscinente de ella no lo dudes a la hora de mostrarla, demostrarla y devolverla. Los buenos sentimientos están para ser compartidos, difundidos e intercambiados, así que no te los guardes para ti.

A veces podemos sentirnos incómodos a la hora de expresar nuestros sentimientos, sobretodo cuando nos avergonzamos de ellos (ya sea porque nos han enseñado a hacerlo o por otros motivos) o no sabemos muy bien cómo actuar la respecto, pero es mejor que te abras con esas personas y se lo expliques que que te quedes callado.

Es mejor que demuestres tu gratitud aunque te sientas un poco mal al principio, porque cohibirse es un mecanismo de defensa pero a la vez te está limitando. Así que, por favor, no te hagas eso y disfruta. Muestra tu gratitud siempre que sea posible y agradece la gratitud de otras personas.


5. El arte -especialmente, la música- puede curar.
Sonará estúpido, pero el arte está muy infravalorado en nuestra sociedad y es tan sumamente importante... Es la expresión más exacta de los sentimientos, de los conceptos, de las personas... de absolutamente todo. En todas sus formas es algo que puede arrastrarte a un torrente de sentimientos con tan solo existir.

No funciona con todo el mundo, pero eso es porque la gente vive muy cerrada. Las personas viven encerradas en una rutina que odian, deseando cambiar pero no haciendo nada al respecto, y al final del día, todo es tan gris que no les quedan emociones para comprender el arte, para que este les llegue.

Además, a cada persona le puede llegar una forma de arte y no otras y viceversa, por lo que es importante investigar el arte y exponerte a él en todas sus facetas. Y a más descubras y más sientas, más puertas se abrirán para ti. Pero, claro, si no entiendes esto o no tienes curiosidad, probablemente nunca te pongas a ello.

Y es triste porque yo concretamente en la música he encontrado una medicina. Algo que me une a otras personas hasta cuando yo no quiero saber nada de la humanidad y que me hace sentir plena, comprendida y que me aporta una atmósfera en la que seguir existiendo.

Así que, sí, reflexionar acerca de la música y, a partir de ahí, acerca del arte en general, es algo que he aprendido, que me parece muy útil ya que al final todo es arte.

Y si todo es arte y el arte cura, entonces, todo puede curar.


6. El respeto es lo primero.
Volviendo un poco al punto del respeto de antes, hago énfasis en lo importante que es el respeto en general. Antes lo enfocaba en el sentido de que no cuesta nada respetar a los demás (como mínimo) ya que, al fin y al cabo, tú sólo estás en tu vida peor no sabes de la de los demás y muchas veces pecamos de omnipresentes y juzgamos al resto sin conocer verdaderamente su situación.

Además, he mencionado que el respeto era importante en todas sus formas. Y es ahí donde quiero incidir esta vez, aunque tampoco lo haré demasiado porque creo que antes ha quedado bastante claro.

Como decía, el respeto no cuesta nada (a no ser que te estén irrespetando, en ese caso, ser respetuoso es una medalla a la paciencia y el saber estar) pero no sólo por eso es lo primero.

También es lo primero porque comienza en uno mismo. Comienza en respetarse tanto física, como mental y emocionalmente. Que parece fácil, pero estoy segura de que no soy la única que tiene pensamientos y comportamientos completamente autodestructivos. Estoy segura de que no soy la única que se autoboicotea, tanto sin querer como queriendo, y se acaba haciendo daño a sí misma constantemente.

Es lo primero porque debemos respetarnos a nosotros mismos de forma sincera y también defendernos de las faltas de respeto externas, porque no lo merecemos ni tenemos que aguantarlo. Si no nos afecta, vale, podemos elegir si tomar acción o no, pero debemos tener claro que igual que debemos respetar, merecemos ser respetados también.


7. Cuida a los tuyos y al resto.
También recuperando el tema de los allegados, al igual que debemos asegurarnos de que la gente que está en nuestra vida es buena para nosotros, también debemos asegurarnos de que somos buenos para esas personas.

Todos tenemos nuestros momentos de toxicidad, pero debemos apoyarnos en esas personas y reflexionar para superarlos. Pero el resto del tiempo, debemos ser personas que cuiden y se dejen cuidar, tiene que ser mutuo. Ni puedes desvivirte por los demás ni viceversa. Si no, la relación no es sana, y repito que todos tenemos épocas o problemas que incluso nos acompañan más tiempo y que nos hacen algo tóxicos. Pero mientras todas las personas de la relación sean conscientes de ello y sepan su lugar en la situación y de igual forma decidan estar ahí... todo bien.

Es por eso que debemos cuidar y ser cuidados. Porque a veces son bajones momentáneos, a veces son sucesos dolorosos y otras son enfermedades que duran toda la vida. Sobre la mayoría de estas cosas o no tenemos control alguno o el control que tenemos es tan mínimo que no merece la pena pensar demasiado en ello. Simplemente, cuidar a los demás y dejarse cuidar.

Empezando en nuestros allegados y siguiendo con el resto de personas del mundo, ya que no estamos aquí para competir sino para coexistir. Y se puede hallar mucha paz mental en ello, creedme.


8. El mundo es mi casa.
Soy una persona muy abierta de mente y muy multicultural. No me identifico especialmente con la cultura de mi país y estoy muy interesada en diferentes culturas del mundo. Gracias a ello, he aprendido muchas cosas que me han ayudado a crecer como persona y considerarme humana viviendo en el planeta Tierra. Más allá de si soy española o de izquierdas, en temas políticos. Esas son cosas muy ajenas a mí.  No es que no tenga una opinión sobre esos temas, pero son cosas que no me definen en absoluto y por las que ya no me preocupo demasiado.

Tengo muy claro que en mi vida solo quiero crecer, disfrutar, crear y vivir por todo el mundo. Quiero hacer realidad todas las cosas con las que sueño y ser feliz en el proceso. Y estoy trabajando en mis diferentes dependencias emocionales para que todo ello sea posible, porque hoy por hoy intento ser consciente de mis limitaciones y siento que todavía no lo soy del todo. Pero esto es un comienzo.

El mundo es mi casa y tengo que cuidarlo. Ya lo intento, pero seguiré haciéndolo y cada vez en mayor medida. Seguiré recorriéndolo y formando parte de él, dejando mi huella en todos sus rincones... Ya que algún día desapareceré y... solo en ese momento sabré que he hecho lo correcto.



9. Mi salud es importante.
Como ya he dicho antes, soy una persona que se autoboicotea en exceso y no siempre lo veo. De hecho, me suelo dar cuenta con el tiempo al mirar en retrospectiva y no es algo que me guste mucho, la verdad. Soy alguien a quien no le importa sacrificar la salud (física, mental, emocional...) hasta por la menor tontería y repito que no es algo de lo que esté orgullosa.

Por eso con el tiempo he aprendido a estar un poco alerta con respecto a estos comportamientos y pensamientos y... he llegado a la conclusión de que mi salud, como la de todos, es importante y tengo que mirar aunque solo sea un poquito por ella. Aunque empiece por algo muy mínimo y poco a poco vaya aumentando... pero sé que no puedo seguir así y, por favor, si sois como yo, os pido que reflexionéis acerca de ello.

Porque nuestra mente es la que lo controla todo, necesitamos tener una mente lo más sana posible porque esta lo altera todo. Altera nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos, altera nuestro punto de partida a la hora de interpretarlo todo... determina nuestra forma de ser y actuar... es extremadamente importante así que, por favor, no descuidéis vuestra salud mental.

Nuestro cuerpo es lo único que nos va a acompañar para siempre, hasta el final de nuestras vidas e, incluso, al final de estas, por tanto, intentad cuidarlo también. Es difícil, lo sé de primera mano, pero, por favor, aunque sea algo hipócrita por mi parte pediros esto... cuidad mucho vuestro cuerpo porque no hay otro. No hay un recambio.

Al igual que no hay un planeta B. El lugar en el que vivimos también nos afecta, así que cuidadlo mucho. Y sobretodo, las emociones. Nuestro plano emocional es lo que, en mi opinión, lo conecta todo, y si estamos demasiado rotos, hacer cualquier cosa puede resultar casi imposible. Así que trabajad en ello, encontrar la forma de sentiros bien y de sentiros felices.

Por favor.


10. Tenemos el poder de crear y destruir; así que creemos siempre.
Este tema también lo he mencionado de pasada antes. Y es que los humanos tenemos mucho poder en esta vida. Podemos crear y destruir prácticamente a nuestro antojo. Es por eso que yo insto a crear. A no tirar nada, aprovecharlo absolutamente todo.

A veces nos frustramos con algo y lo tiramos inmediatamente por la borda. Pero quizá simplemente no era el día o no era el momento. Y quizá ese momento no sea en este mes o en este año, pero es posible que acabe llegando, así que no te cierres puertas porque un día intentaste hacer una cosa una vez y no salió bien. Sé curiosa, experimenta, crea... No pares de crear nunca.

No hay necesidad de destruir. De hecho, las cosas que estamos acostumbrados a destruir para "arreglar" las situaciones, normalmente tienen alternativas, pero ni siquiera pensamos en que puedan existir ya que en esos momentos estamos cerrados. Hay que abogar por el pensamiento divergente, la calma, el pensar las cosas antes de actuar... y hay que aceptar el derecho a equivocarse, aprender de ello y seguir creando con la lección aprendida.


11. El orden es importante, tanto por dentro como por fuera.
Otra de mis (no) virtudes, es que soy muy desorganizada. En realidad me encanta organizarme, pero siempre tiendo al desorden porque soy una persona muy caótica. Dicen que cómo mantenemos el orden físico a nuestro alrededor es una expresión de nuestro orden interior, y no puedo estar más de acuerdo.

¿Sabéis la típica frase de "hay cierto orden en mi desorden"? ¡Es completamente cierta! Yo soy una persona que tiene todo tirado por ahí, podrá parecer que no encuentro nada y que no cuido mis cosas... pero no es para nada así. Mi orden es caótico, pero sí tiene cierto orden. El problema es que al ser un orden tan caótico, no es sano y es más bien abrumador y agobiante en la mayoría de los casos.

Y lo mismo pasa en mi cabeza.

Si no habéis pensado nunca en esto, os recomiendo que lo hagáis, porque yo me siento muy representada por este ejemplo. A medida que voy organizando mi mente, más ordenada me vuelvo con las cuestiones materiales. Y eso repercute de una forma muy positiva en mi vida, así que probad a ponerlo en práctica si os parece interesante, porque yo por lo menos lo considero importante, a la par que útil.


12. No hay que temer ser como se es.
Esto es triste porque muchas veces (todas, diría yo), la sociedad es la que nos mete este miedo a ser nosotros mismos. Porque tiene unos estándares que nadie le ha pedido pero que ahí están, porque hay ciertas características que no sólo son penalizadas sino que también pueden llegar a ser demonizadas, criminalizadas y condenadas...

Pero si te rodeas de las personas que te van a querer y apoyar sean como seas y buscas ese ambiente en el que puedas estar bien... por favor, sé tú mismo siempre. Con lo bueno y con lo malo. Porque lo bueno ha de ser compartido y lo malo ha de ser corregido. Y solo es en entornos sanos y con compañías sanas donde y cuando se da la máxima expresión de lo bueno y se corrige lo malo.

Si no estamos en el mejor ambiente para ello... debemos ser valientes. No sin pensar en las consecuencias y guardándonos de riesgos innecesarios, pero al menos cuando estéis rodeados de "vuestra gente" recordad que somos manada y nos protegeremos siempre, así que seamos nosotros mismos y hagamos frente a quien nos lo quiera impedir. Pero lo dicho, no os pongáis en peligro por ello ya que, aunque la causa es importante y merece la pena, si te pones en peligro quizá todo acabe de tener sentido... porque por desgracia en ocasiones incluso acaba del todo.

No sé si se entiende pero, por favor, no tengáis miedo pero sed cautos. Defendeos pero tened cuidado.


13. El trabajo duro, en solitario y en equipo, hace funcionar las cosas.
Tendemos a infravalorarnos, a pensar que no somos capaces de lograr nuestros objetivos. Si estamos trabajando solos, tiramos la toalla. Si trabajamos en equipo, nos comparamos al resto y nos creemos inútiles... Pero no es así. Debemos ser conscientes de nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles, hacer balance y aportar allá donde vayamos a ser de mayor ayuda.

 Debemos esforzarnos para conseguir las cosas. Nadie va a regalarnos nada. Podemos ayudarnos, pero debemos esforzarnos tanto como personas individuales como como equipo. Y aunque eso es algo que aún no he tenido el placer de comprobar, creo firmemente en ello y estoy intentando trabajar en ello para, lo dicho, materializar mis sueños y sentirme realizada en esta única vida que voy a vivir.



14. Independientemente de lo que pasó en el pasado, se puede confiar de nuevo.
Esto sí que lo he comprobado en primera persona y es completamente cierto. No importa cuántas decepciones te hayas llevado, cuánto daño de hayan hecho... aunque cueste y en algunas ocasiones sea muy muy costoso y doloroso... se puede.

Se puede confiar de nuevo porque, por mucho que no quieras y que estés reacio o bloqueado a la hora de confiar de nuevo en las personas... necesitamos tener a alguien. Necesitamos al menos un pequeño círculo de confianza, como mínimo. Y como eso ya lo he explicado antes no me voy a meter ahí, pero es que es cierto y es importante saberlo.

Porque a veces sentimos esa necesidad después de mucho tiempo estando en la anulación e incluso nos da miedo. Pero se puede y de hecho debemos hacerlo, con cautela pero sin paranoia. Es súmamente difícil según el caso, os aseguro que sé de lo que hablo, pero se puede. Y es importante saber que se puede a la hora de afrontarlo, porque no sabes lo realmente difícil que es hasta que no lo vives y, si encima piensas que es imposible... será todavía más difícil y doloroso de lo que ya es.

Así que sed conscientes de ello.


15. El cuidado propio empieza en el interior.
Retomando el tema de la salud (aunque todo está conectado a la salud de forma ligera como mínimo), como ya he dicho, para cuidarse a uno mismo, hay que empezar desde dentro.

La mente es, en mi opinión lo más importante, pero el cuerpo no puede dejarse de lado. Y esto es algo que a mí misma también me cuesta. Pero soy consciente de que el exterior de nuestro cuerpo es sólo la fachada de este templo que es el cuerpo humano. Se puede pintar, ocultar, restaurar... pero al final todo tiene que venir de dentro. Se puede intentar burlar a la vista pero, al final del día, el exterior siempre va a manifestar el estado del interior, como lo que decíamos en el ejemplo del orden.

Si quieres tener una piel sana, darte cremas está muy bien, pero también debes hidratarte y alimentarte correctamente. Si quieres tener energía para poder utilizar tu cuerpo al máximo debes hacer todo eso aparte de mantenerlo en forma y mimarlo mucho. Tanto por dentro como por fuera. Pero no vale hacer sólo una de esas cosas.

Y, de hecho, en mi camino junto a la depresión, cuidar de mi cuerpo me ha servido muchísimo. Ya que, aunque parezca una tontería, el hecho de comer algo que te haga bien al cuerpo te hace sentir mejor al instante. mientras comes algo que sabes que te hace bien y que encima te gusta te haces muchísimo bien, tanto físico como mental y emocional. Y ese es tan sólo un ejemplo, pero hay miles de formas de ayudar a tu cuerpo a encontrarse mejor y solo te lleva una minutos llevarlas a cabo. Deberíamos hacerlo siempre, pero en mi caso, concretamente para la depresión, me sirve mucho.


16. ¿Vale la pena? Si no, no sufras en absoluto.
En ocasiones puedo ser demasiado pasota y, aunque a veces lo soy como mecanismo de defensa, hay veces en las que lo soy de forma injusta y no me doy cuenta hasta que no reflexiono acerca de lo que ha ocurrido. Sé que eso no está bien pero hay al menos un aspecto en esta vida en el que ser completamente pasota y tajante está bien. Y es este.

Piensa en todas las cosas por las que sufres. Seguro que son muchas. Sufrirás en mayor o en menor medida, peor todo es sufrimiento, al final. Ahora pregúntate con cada una de ellas si merecen la pena. Y si no la valen: adiós. No sufras en absoluto. Deshazte de ello. Puede parecer demasiado impulsivo y quizá lo sea, pero hay cosas que no merecen ni un segundo de nuestro tiempo de vida. Como ya decía antes, considero que no debemos desperdiciarlo. Y mucho menos en cosas negativas como el sufrimiento.

Hay ocasiones en las que no se puede evitar sufrir. Y, como ya existen esas situaciones, hagámonos el favor de no sufrir también por cosas que no valen la pena.

Por ejemplo, en asuntos escolares o laborales hay cierta disonancia, ya que sabemos (y no siempre lo sabemos) que ni los estudios ni el trabajo merecen que sacrifiquemos nuestra salud mental pero, a la vez, también sabemos que no tenemos demasiadas opciones y, yo os recomiendo que busquéis alternativas pero, si veis que no se puede, supongo que no quedará otra que aguantar un poco. Aunque, también os digo, si es algo demasiado recurrente, no lo penséis dos veces y salid de ahí.


 17. Es necesario mantenerse limpio en términos de cuerpo, mente y alma.
Con alma, como atea que soy, me refiero a nuestras emociones y nuestra espiritualidad. Y obviamente no hablo de espiritualidad religiosa sino que algo más... místico y natural. Más relacionado con la vida y el existir que con otra cosa. Pero podéis interpretarlo como os vaya bien a cada uno.

Creo que no es nada demasiado nuevo. Volvemos a lo mismo. Debemos mantener nuestro cuerpo limpio por dentro y por fuera, como ya comentaba, y la mente también, amigos. Debemos cuidarla, respetarla, mimarla, abrirla, desintoxicarla... debemos tener una mente con la que podamos aspirar a ser la mejor versión de nosotros mismos y para eso tenemos que intentar tener una mente lo más sana posible. Esto significa que, cada uno en la medida de sus posibilidades, debe intentar tener una mente sana. No que si no tienes una mente completamente sana no puedas aspirar a ser tu mejor versión; eso sería completamente idealista y surrealista.

El tema de la espiritualidad ya es más complejo porque cada cual sabe en qué cree y en qué deja de creer. Yo por ejemplo me considero una persona escéptica pero, es por eso que también me considero bastante mística. Porque si no encuentro explicación a las cosas que veo, vivo y siento, entonces ya sospecho de cosas que puedan ser... sobrenaturales o... no sé, llamadlo como queráis. Yo no lo interpreto exactamente así pero, bueno, lo dicho, en este tema cada cual con lo suyo, siempre y cuando no se haga daño a los demás.

Eso va, más que por los religiosos que imponen lo suyo (que también), por las personas que lo niegan todo sin ni siquiera pararse un momento a pensar y te tachan de cualquier cosa pero, más frecuentemente, cosas como ingenuo o infantil. Hacéis daño.



18. Siempre hay un momento perfecto para cada cosa, no hay que forzar nada.
Esto también lo he resumido un poco antes así que, tampoco me voy a explayar demasiado. Pero es eso, hay un momento adecuado para cada cosa y, si intentamos forzarlo, simplemente no va a ocurrir, no va a salir bien. A veces es mejor dejar las cosas y volver a intentarlas y, si tampoco es el momento, a lo mejor es que aún faltan unos años para que sea ese momento ideal.

No hablo de un plan para cada uno o de un destino, sino de que nosotros como personas a veces intentamos llevar a cabo tareas para las que no estamos preparados. A veces todavía necesitamos adquirir ciertos conocimientos o madurar en algún área para poder realizar aquello que deseamos y no podemos ser conscientes de cuáles son esas cosas que nos faltan o esos cambios que tienen que ocurrir en nosotros porque, aunque tengamos una ligera idea, la vida no viene con instrucciones.

Por eso, trabajad duro, sed perseverantes y ambiciosos... pero no os machaquéis. No os obcequéis en algo, seguid adelante, probad cosas nuevas (¡probadlo todo!) y experimentad mucho. Con todo lo que podáis. Pero tened en cuenta que no tiene por qué salir a la primera o a la segunda o a saber cuándo. No podemos ser Jeon Jungkook, amigos.

No es una cuestión de número de intentos, sino de la situación, tanto externa como interna. La situación cambia y nosotros también. Por eso, a más tiempo pase entre un intento y otro, más diferente será la experiencia y también el desempeño y por tanto el resultado. Por eso si os quedáis muy cerca de conseguirlo, adelante, seguid intentándolo sin dejar demasiado tiempo entre los intentos. Pero si veis que no es un nivel en el que podáis competir, volved en otro momento. Esperad mucho. Analizad los requerimientos necesarios para desempeñar dicha actividad y trabajad en adquirirlos.

Trabajad, esperad... tenéis toda la vida. No hay que hacerlo todo ahora. Y si lo forzáis, probablemente la cosa vaya a peor. Así que evitad hacerlo.


19. Si te queda tiempo, todavía no es tarde.
Una cosa que no me canso de decirle a todo el mundo en esta vida. A gente de todas las edades. Y es que la gente es tan conformista y derrotista... que yo entiendo que a veces debemos ser así. Todos. Yo incluida. Pero ser así siempre me parece muy triste.

Nunca es tarde para nada, por difícil que pueda parecer, se pueden buscar alternativas asequibles y adaptables a nuestra situación actual. Tenemos una determinación que malgastamos no usándola en nada y, aunque haya días en los que sea difícil hacer uso de ella, debemos ser conscientes de que la poseemos y que tenemos que usarla en los días en los que podamos.

No siempre vamos a poder hacerlo porque, siendo realistas, vivimos vidas estresantes y estresadas. Los humanos no nos caracterizamos, precisamente, por la cantidad de tiempo libre que tenemos pero, sí que podemos definirnos de forma individual según el uso que hacemos de nuestro tiempo libre. Realmente es algo que dice mucho de las personas y analizarlo puede ser una buena herramienta para conocernos a nosotros mismos y, en un futuro, a los demás.

Pero, eso es lo que os pido, aprovechad el tiempo, recordad que debéis descansar también, no tiréis vuestras ilusiones a la basura, vivid siendo conscientes de ello, sacad tiempo para todo aquello que os gusta, no tiréis la toalla nunca... y recordad que nunca es demasiado tarde.


20. La mejor forma de vivir es siendo conscientes, libres y responsables.
Y esta sería un poco la conclusión a la que he llegado a raíz de los diferentes pensamientos que he compartido a lo largo de este post tan personal. Sinceramente no esperaba que saliera así, ni mucho menos, que resultara ser tan íntimo y más como un recordatorio para mí misma, a parte de una especie de apoyo y consejo para todo aquel que lo quiera leer.

Como decía, la conclusión es esa: La mejor forma de vivir es siendo conscientes, libres y responsables.

El tema de la consciencia es, yo creo, el más complicado, así que primero resolveremos el problema que se plantea al preguntarnos la correlación entre libertad y responsabilidad. No es lo mismo la libertad que el libertinaje y no es lo mismo la responsabilidad que lo que dicta la norma social.

La libertad y la responsabilidad no pueden existir la una sin la otra mientras que el libertinaje y la norma social, con todo lo que conlleva, no son más que extremos de un mismo plano de actuación. Es decir, que la norma social sería todo aquello que seguiríamos sin importar nada más para encajar en la sociedad y complacer a esta, mientras que el libertinaje seria su contrario; no cumplir con nada que no encaje en lo que tú, de forma completamente egoísta y egocéntrica, quieras hacer.

Entonces, ¿qué es la libertad y la responsabilidad? Pues no es otra cosa que el balance para ser lo que yo llamaría una buena persona. Una persona decente. Una persona de bien. No lo que dice la norma, no lo que la sociedad espera... sino una persona que sabe convivir con otras personas, haciendo un balance entre sus intereses y los del resto.

La libertad serían las decisiones que tú tomas como individuo y la responsabilidad, el hecho de aceptar las consecuencias de tus actos. Es decir, que siempre que actúes como tú y sólo tú decidas estarás siendo libre y siempre que aceptes las consecuencias que estarás decidiendo hacer, estarás siendo responsable.

Es decir, que la responsabilidad no tiene nada que ver con aquello para lo que se utiliza este vocablo de forma popular. Ser responsable no es sacrificarte y seguir la norma social. No es hacer lo que otros te dicen porque "es lo correcto". Ser responsable no es obedecer a la heteronomía, sino todo lo contrario; hacer un buen uso de tu autonomía.

Entonces, sabiendo esto, una persona libre y responsable, sería aquella que supiera mirar tanto por sí misma como por los demás y convivir en armonía. ¿Qué os parece? Tiene mucho que ver con todo lo que hemos descrito a lo largo de esta entrada.

Así que, entrando en el concepto de consciencia... ¿a dónde quiero llegar con esto? Pues ni siquiera yo lo tengo claro. Esto es algo que todavía estoy explorando y descubriendo, porque, como ya he dicho, esto son enseñanzas de mí para mí que he adquirido a lo largo de mis veinte años de vida. Ni lo sé todo ni lo sabré nunca. Supongo. Espero.

Pero, lo que vivir de forma consciente significa para mí a día de hoy, es vivir de forma que no vivas en la ignorancia, pero sin derrumbarte por todo lo malo que hay en el mundo. Y es que, ¿cuántas veces habremos sabido de miles y miles de cosas horribles que ocurren a diario y habremos pensado que preferíamos no saberlo? Incluso las personas empáticas, sensibles e inestables como yo nos habremos pegado un buen sofocón.

Y esa no es una forma de vida asequible, amigos. Porque, sí, ocurren cosas malas, pero hay cosas que no están en nuestra mano y ni podemos responsabilizarnos por ellas ni tampoco podemos salvar el mundo. Por eso debemos realizar actos de amor desinteresado de forma consciente, para hacer bien en aquello que sí está en nuestra mano y dejar de sufrir por cosas que no están a nuestro alcance, peor sin negar la existencia de ellas.

Debemos ser conscientes del mundo, de la vida, de nuestro entorno, de los demás entornos, de las demás personas, los demás seres vivos, de nosotros mismos... de lo material, de lo inmaterial...

Es por eso que a lo largo de mi vida he ido adquiriendo ciertos hábitos que me han hecho crecer como persona y, por metafísico que suene esto, como espíritu (recordad mi explicación anterior sobre esto, por favor).

Estos actos incluyen por ejemplo el hacerme vegana, el desvalorizar el dinero, el aprender a valorar lo inmaterial y quitarle toda importancia a lo material aún por ejemplo formando parte del sistema capitalista... y ahora tengo nuevos intereses en los que pretendo sumergirme y seguir avanzando en esta vida, como por ejemplo el minimalismo, más amor (tanto propio como hacia los demás), el ejercicio físico, el constious eating (que supongo que se traduce como algo así como comer de forma consciente y que consiste en nada más y nada menos que comprender lo que estoy comiendo, valorarlo y ganar bienestar a través de ello) y la astrología. No son los únicos campos en bosque quiero inmiscuirme... pero son los primeros que me vienen ahora mismo a la mente.

Y supongo que esto es todo. Hasta aquí La Biblia, amigos.

Muchísimas gracias por leer, sobretodo si has llegado hasta aquí y especialmente si me has leído a lo largo de los años. Aunque, sea como sea, gracias. No sé si alguna vez volveré para escupir mis pensamientos acerca de alguna cosa en este blog... es algo que no puedo saber ahora... pero, por si este es un adiós definitivo, aquí quedan mis más profundas cogniciones de los últimos años y... nos vemos por ahí, supongo.

Ahora llega el spam:
Mi twitter es @Angy_Lilastars, mi instagram es @angybt, mi canal de youtube se llama rainrose y mi cuenta de wattpad es @sunrisex_ .

Si queréis, podemos seguir viéndonos por ahí.
Y... si no... hasta siempre.

<3

-A