Diecinueve.

Hace tres días fue mi cumpleaños.

Llevo sufriendo por ello bastantes meses ya. Preguntándome mientras veía pasar el tiempo a dónde han ido mis últimos años de vida, qué he estado haciendo desde los quince y, lo más recurrente; cuándo se me han pasado los dieciocho.

Para colmo, mis amigues me hicieron una fiesta de cumpleaños dos semanas antes que, aunque al final me lo pasé muy bien, supuso un golpe muy fuerte para mí. De hecho, me dio mucha ansiedad, pero como estábamos todes juntes hice un esfuerzo y me tranquilicé. Menos mal, porque fue un día muy guay.

Pero es que llegó el martes y... fue increíble.

Este ha sido el mejor cumpleaños de mi vida. Rodeada de gente a la que apenas conozco, bebiendo, fumando, escuchando música, jugando a tonterías, con líos... Una cosa tan simple pero que me ha hecho tan feliz...

Literal que me ha servido para muchas cosas tales como estar feliz, ganar algo de confianza en mí misma y no negar el hecho de que he cumplido diecinueve años, ya de paso, jaja.

No puedo explicar los días tan felices que estoy pasando. El miércoles fue muy raro y no tan bueno pero da igual; lo importante es que últimamente estoy en un mood muy bueno, con ganas de trabajar y de sacar cosas adelante, y es que me siento incluso un poco más en paz con el mundo.

Además, he reflexionado sobre algunas cosas y aún tengo que arreglar un par de cosas pero, pase lo que pase, ahora mismo, estoy tranquila.