viernes, 13 de julio de 2018

FINAL Temporada 4 de Allí Abajo: Un accidente, una enfermera y un hijo.

Viernes 13. Un día fantástico para volver de viaje y, ya de paso, comentar el final de una temporada que ha dado bastante de qué hablar. Quiero comentar también las series españolas que veo porque pienso que tenemos grandes productos (como pueden ser Vis A Vis o La Casa de Papel) y otros que, aunque no sean tan buenos, merecen ser comentados, como es, en mi opinión, el caso de esta serie.

Según tengo entendido, esta temporada no ha gustado mucho a la audiencia pero a mí, sin embargo, me ha encantado. De hecho, me ha gustado mucho más que la anterior, la cual ni siquiera vi entera (me salté algunos capítulos y aún así no me perdí en la trama).

Por lo menos, la audiencia coincide en una cosa y es que el último capítulo ha sido el mejor de la temporada. No pienso extenderme mucho pero pienso que esta temporada ha tocado temas muy interesantes y lo ha hecho sin el mal rollo que había en la temporada anterior entre Carmen e Iñaki. Me ha gustado mucho cómo se han abierto nuevas y tramas y, más aún, cómo se han cerrado.

Por ejemplo, la conclusión de la trama de Miren, que por intentar llevar a cabo cierto chanchullo acabó empujando una bola de problemas que ya no tenía solución alguna y se vio obligada a confesar y huir. Esto no ocurrió en el último capítulo pero creo que merece ser recordado, ya que ha sido gran parte de la temporada y nos ha dado momentos maravillosos como el motín (con su respectivo rap) en la cárcel y la pedida de Iñaki a Gotzone. Además, la escena en que Bego y Miren se despiden o la escena en que Bego le pide a su hija que confiese o tendrá que ser ella la que diga la verdad, son sin duda escenas que recordaré. Más que las graciosas, que no son pocas.

Precisamente una cosa que me gusta de esta serie es que, dentro de la exageración de los estereotipos vascos, andaluces y, en esta temporada también, gallegos, los personajes son bastante realistas. Cada loco con su tema pero la forma en que Bego no quiere que su hermana vea que no tiene dinero o la forma en que Gotzone lo deja con Iñaki... Son formas de afrontar situaciones que se parecen mucho más a la vida real que las que he visto en otras series.

Porque, seamos honestos, esta serie es un culebrón. Es una serie graciosa para pasar el rato. Pero eso no implica que no pueda ir un paso más allá, desarrollar a sus personajes y ofrecer algo nuevo. Porque, seamos honestos de nuevo; las comedias españolas suelen ser terribles, con un humor absurdo que no haría gracia ni a un niño de cinco años y, por lo general, con malos actores. En cambio, en esta serie el reparto está muy bien y, hay tantos personajes que, unos te gustarán más que otros, pero fijo que alguno te gusta.

Por ejemplo, a mí Gotzone me encanta y no sé si seguirá saliendo (yo espero que sí pero como se va a Londres pues a saber) pero me parece un personaje super importante ya que es una mujer independiente que tiene muy mala leche (que parece que las mujeres solo podemos ser algodones y purpurina y ya te digo yo que no) pero que tiene evidentemente sentimientos, que se entrega a fondo con su gente y que es emprendedora. Además, no podemos olvidarnos de que, según la última escena del capítulo, está embarazada y esta es una gran oportunidad para que se normalice el aborto, ya que ella no quiere tener hijos y no hace falta la opinión de nadie más para algo así.

También me gusta mucho Carmen que, en esta temporada, va a tener guerra. Para empezar, con Iñaki, porque parece ser que hemos vuelto a los inicios (con Maritxu en cama y Carmen de enfermera) y, para seguir, con la clínica, ya que en el último capítulo se informó de que muy probablemente tendrían que volver a construirla debido a una sustancia tóxica que había en las paredes.

Y bueno, hablando de parejas, es algo de lo que más me gusta de esta serie: las idas y venidas de las parejas. Porque siempre tienen sentido y, aunque unas sean más rocambolescas que otras, normalmente podemos identificarnos con varias. Por ejemplo, lo que ha pasado con Irene y José (¿o debería decir Jocé?) de darse cuenta de lo que tienes una vez lo has perdido. O la ruptura de Iñaki y Gotzone, que no siempre tiene que ser por que uno de los dos la cague o por que se acabe el amor: a veces simplemente las circunstancias lo piden. Y se puede acabar bien, como ellos han hecho.

Y, por último, la pareja que lo empezó todo: Carmen e Iñaki. La que parecía la última escena de la temporada nos dio un mensaje como de "destino", de "lo que está escrito que debe pasar" y, aunque no creo mucho en estas cosas, me gusta mucho cómo aún habiéndolo hecho mal, habiendo intentado rehacer sus vidas... han vuelto a empezar como en el minuto cero: un accidente, una enfermera y un hijo.

Supongo que la siguiente temporada será la última y, si la hacen bien, no me importa, pero vamos que  aunque aún haya muchas cosas por comentar, me ha encantado esta temporada, no entiendo el bajón de los números y bueno, a ver que tal le va a la serie con 50 minutos en lugar de 70.

Espero que sirva para terminar por todo lo alto como creo que se merece esta serie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por pasarte. ¿Quieres comentar algún contenido? ¿Que estemos en contacto? Pues deja un comentario o pásate por mi twitter (@Angy_Lilastars). ¡Nos leemos! <3